Hoy en día tanto la industria del acero inoxidable como la del aluminio han evolucionado tanto en los diferentes productos y aleaciones que han puesto en el mercado como en los acabados superficiales de los mismos. Entre los acabados standard podemos encontrar los siguientes:
- Acabado en bruto: consiste simplemente en la aplicación de un proceso de decapado mediante ácidos fuertes para quitar las manchas o impurezas de la zona vista de la chapa.
- Acabado brillo: se consigue mediante aplicación de un pulido del material con una esmeriladora a la chapa de aluminio / inoxidable.
- Acabado estuco: se obtiene mediante el grabado de un diseño en la chapa aluminio / inoxidable.
Estos avances han encarecido del material, de manera que la propia industria ha tenido que encontrar una manera de protegerlo, y principalmente la cara vista, que es la que perdurará cuando el producto llegue a su etapa final. Además los requerimientos cada día mayores en la industria para aumentar la calidad y producir con el mínimo de piezas de rechazo han llevado a los fabricantes por proteger su material mediante un film plástico protector. Estas soluciones para protecciones temporales de superficies se utilizan tanto en sectores como la construcción, electrodomésticos, automoción y electrónica. La aplicación del film de protección temporal protege de rayas y marcas la chapa de aluminio, además de mejorar el comportamiento de los materiales durante los procesos de transformación: plegado, curvado, embutición profunda, punzonado, corte láser, manipulaciones en general, transporte e instalaciones, etc. El film de protección puede ser aplicado sobre superficies de todo tipo, entre ellas:
- Chapa de aluminio laminada en frío
- Chapa de aluminio pulida / esmerilada.
- Chapa de aluminio grabada mediante proceso Emboss
La naturaleza y el estado de la superficie a proteger determina la formulación de la masa adhesiva del film, su espesor y el color del mismo varía según los requerimientos técnicos exigibles. Asimismo son fáciles de quitar (pelar), no dejando ningún rastro ni traza sobre la superficie protegida.
Los procedimientos de mejora continua desarrollados permiten facilitar a sus clientes la
oportunidad de dar un valor añadido a sus productos;
- Aportando una solución sencilla para proteger las superficies de todo tipo de agresiones.
- Reduciendo los costes de la no calidad.
- Mejorando la imagen de marca.